Oct 112010
 

Cuba!

Mis queridos y buenos hermanos:

Hoy todos los hermanos cubanos, donde quiera que nos hallemos, conmemoramos un gran acontecimiento ocurrido hace 142 años atrás: el inicio de la gesta de la Guerra de los Diez Años por la Independencia de Cuba; el levantamiento contra el gobierno español que inició las acciones libertadoras.

Ese día el gran patriota cubano Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo–el tan bien llamado “Padre de la Patria”– (1819–1878) se alzó en armas y dio la libertad a sus esclavos. Él invitó a los mismos–si así lo deseaban–a unirse a la causa por la libertad de la Patria oprimida. Así comenzó esta Historia, con muchos sacrificios y renuncias.

Muchos lo dieron todo por la causa, hasta sus propias vidas en aras de alcanzar la tan ansiada libertad “con todos y para el bien de todos”. Otros muchos también la dieron por la misma noble causa. Por ello, debemos hoy recordarles con amor, nunca olvidando lo que expresaron y, sobre todo, lo que afirmaron con sus luchas y acciones.

Esta realmente es una fecha que siempre está y estará ligada a nuestra Historia, que es la Historia de un pueblo que ha luchado y que lucha incansablemente por su completa libertad a través de los años. Nunca se borrarán de mi mente algunos rostros y, sobre todo, nunca he podido olvidar las afirmaciones y las expresiones de algunos patriotas cubanos que, cuando niño, conocí cuando ellos hablaban acerca de la Guerra por la Independencia de Cuba.

La mayoría de ellos–los de menos edad cronológica—se referían, en este caso, a la gesta liberadora, que se inició el 24 de febrero del año 1895, bajo la dirección de José Julián Martí y Pérez (1853–1895) nuestro insigne Apóstol Nacional, y es precisamente la continuación directa  de la Guerra de los Diez Años, iniciada por el gran patriota cubano Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo, y de la famosa Protesta de Baraguá, protagonizada por el famoso Lugarteniente General Antonio Maceo y Grajales (1845–1896).

En este momento en que les escribo estas sencillas letras que acompañan un muy interesante correo que acabo de recibir, de la muy buena hermana María Teresa Villaverde Trujillo, autora del mismo, recuerdo estos inolvidables rostros que les mencionaba antes. Y es que, cuando niño, por la década de los años cuarenta, yo vivía a sólo dos cuadras del lugar donde se hallaban alojados los antiguos veteranos de las Guerras Cubanas (el entonces conocido “Centro de Veteranos”, que se encontraba en la calle Egido, a continuación de la Estación de Policía, que aún esta’ en la calle Zulueta, entre Egido y Dragones, en La Habana).

En bastantes ocasiones, en el casi diario recorrido que hacíamos mis padres y yo desde el hogar hacia los grandes Parques de la Avenida del Puerto, pasando por toda la calle Egido, nos deteníamos unos minutos en ese lugar, donde los veteranos estaban sentados en los sillones que existían en el portal de ese sitio, para conversar con algunos de éstos, que allí pasaban sus últimos días–no en buenas condiciones, por cierto. Ellos, al recordar, los hechos de las dos grandes Guerras cubanas, erguían sus cuerpos–muchos eran ya muy viejecitos; Se empinaban, ya endebles, y sus rostros se iluminaban por una luz que brotaba de su interior, acompañando al brillo que irradiaban sus ojos.

Recuerdo las lágrimas que brotaban de sus ya cansados ojos al rememorar muchas de las historias que nos narraban muy pacientemente. Asimismo, tampoco he olvidado las lágimas que brotaban de los ojos del Mayor General Enrique Loinaz del Castillo (1871–1963), autor de la letra y la música del Himno Invasor, héroe de cien combates, al recordar la figura de nuestro Apóstol José Martí en las actividades de conmemoración de su Natalicio, que se efectuaban periódicamente en el tan querido Colegio “Baldor”. Él conoció muy directamente a los grandes patriotas de la gesta de 1895. Nunca olvidaré la emoción patente en nuestros jóvenes rostros al escuchar las emocionadas palabras de estos próceres o patriotas cubanos.

Así fuimos educados y ello nos ha marcado a todos nosotros. Fue verdaderamente una educación muy diferente a la que otras personas han tenido. Los que nos han precedido generacionalmente, nunca tuvieron esa enseñanza tan directa, dada por los mismos que participaron en aquellas acciones de nuestra Historia.

Pienso, mis queridos hermanos, que resulta muy conveniente que nuestros hijos y nietos lean, conozcan los hechos y los documentos históricos que se conservan de nuestra Patria. Siempre debemos de mantener viva nuestra Historia en todos ellos. Nunca debemos olvidar nuestras grandes raíces, que son las cubanas. Nuestra Historia es verdaderamente muy rica y muy digna de ser recordada y seguida. Si ello no ocurre, no estaríamos haciendo lo que hicieron nuestros abuelos y padres con nosotros desde que fuimos pequeños. En particular, deseo– a propósito del tema–sugerirles dos en esta gran fecha: El Pronunciamiento del 10 de octubre de 1868 y el Discurso pronunciado por José Martí en el Masonic Temple de Nueva York, en conmemoración de esta fecha, el 10 de octubre del año 1887.

A continuación, les traigo las grandes frases finales de este histórico discurso de nuestro Apóstol:

El Maestro“Dicen que es bello vivir, que es grande y consoladora la naturaleza, que los días, henchidos de trabajos dichosos, pueden levantarse al cielo como cantos dignos de él, que la noche es algo más que una procesión de fantasmas que piden justicia, de mejillas que chispean en la oscuridad, de hombres avergonzados y pálidos. Nosotros no sabemos si es bella la vida. Nosotros no sabemos si el sueño es tranquilo. ¡Nosotros sólo sabemos sacarnos de un solo vuelco el corazón del pecho inútil, y ponerlo a que lo guíe, a que lo aflija, a que lo muerda, a que lo desconozca la patria! ¿Con qué palabras, que no sean nuestras propias entrañas, podremos ofrecer otra vez a la patria afligida nuestro amor, y decir adiós, adiós hasta mañana, a las sombras ilustres que pueblan el aire que está ungiendo esta noche nuestras cabezas? ¡Con velar por la patria sin violentar sus destinos con nuestras pasiones: con preparar la libertad de modo que sea digna de ella! “

Jose Marti’

Espero que el tema les resulte de interés. Así lo ruego a Dios.
Siempre verdaderamente les quiero y les tengo muy presentes en mi corazón, en mi pensamiento y en mis sencillas oraciones de cada día,

alberto

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Oct 112010
 

Una interesantisima Nota Historica, poco conocida y a pesar de formar parte integra de La Historia de Cuba, pocas veces mencionada; A la Sra Maria Teresa Villaverde Trujillo, y al Profesor Alberto Posada que nos la envio’, MUCHAS GRACIAS!

Copia del parte del pronunciamiento efectuado en La Demajagua,
rendido por el entonces Gral Segundo Gefe del naciente Ejercito Libertador, Bartolome’ Maso’.

Acta del Alzamiento en La Demajagua
Por: Maria Teresa Villaverde Trujillo
[email protected]

-Narracion Historica-

“Al General en Gefe del Ejercito Libertador C. Carlos Manuel de Cespedes
Cuartel Gral en Naguas el 13 de Octubre de 1868.
=Gral.=
Adoptada la resolucion de llevar a cabo el dia 10 del actual el movimiento revolucionario combinado para el 14 en el ingenio El Rosario, la noche del seis del mismo a fin de precaverlo, antes de ser iniciado, vista la actitud que demostrase el Gobierno español de un fracaso no difi­cil; y consecuente con la orden de V del G; que me fue comunicada aquella propia noche en mi finca, San Jose de Blanquizal se hizo el llamamiento a los patriotas conjurados de la Jurisdiccion, para que, desde luego, fueran congregandose con dicho objeto en su ingenio La Demajagua; debiendo esperar yo con los mi­os en mi citada finca, sus ulteriores ordenes.

Alla para las 6 de la mañana del referido di­a 10 y de su orden, al pasar el correo ordinario que conducia la correspondencia franca de Manzanillo a Bayamo, trato de apresarlo y apoderarme de las valijas; lo que no pudo resultar porque alarmada la poblacion desde la noche antes ya el postillo venia sobre aviso y por demas precavido; en tanto, que, al aproximarse a mi avanzada donde le acechaba penetrando parece mis intenciones, retrocedio, con su caballo tendido a escape, regando paquetes por el camino y alarmando a aquellos vecinos y transeuntes.

De pronto tiro del revolver para hacerle fuego, y al ir a dispararle me detuve, ante la reflexion del crimen que sin fruto ostensible para nuestra causa iba a cometer, sacrificandose sobre todo una vi­ctima que me habia dado la espalda. Hicelo perseguir, sin embargo, por dos hombres montados; y como a los pocos minutos regresaron estos manifestandome haberle dejado ya en la Capitani­a del Partido distante solo, poco mas de 2 kms de Manzanillo, y otros tantos de mi citada finca, di la orden de montar y ya puesto en marcha con una descubierta y al mando del C Jose Rafael Masa, se me incorporo el C Juan Hall, con los suyos, llegando ambos a la Demajagua con mas de 200 hombres.

Como a las diez del dia nos encontrabamos congregados en aquel ingenio sobre 500 patriotas; mandados formar por el Gral en Gefe, se dio el El Grito de Independencia! Enarbolandose el Estandarte que lo Simboliza, a cuya sombra prestaron todos el juramento solemne de vencer o morir antes que volver a ver hollado el suelo de la Patria por ninguna de las tirani­as. El Gral en Gefe, reunio sus esclavos y los declaro libres desde aquel instante invitandoles para que nos ayudasen si querian, a conquistar nuestras libertades; lo mismo hicieron con los suyos los demas propietarios que le rodeabamos.

Acto conti­nuo se paso revista al armamento: circunstancias que no son del caso enunciar, hicieron que este resultara menos numeroso de lo que se esperaba; y asi por esta causa como por no ser ya posible la sorpresa, se resolvio en consejo desistir del asalto combinado sobre Manzanillo en el antedicho ingenio El Rosario en la noche del 6, permanecimos el resto del di­a de hoy donde nos hallabamos, para observar los movimientos del enemigo; hacernos fuertes, si por el contrario nos atacaba, y marchar al dia siguiente para Naguas, cuyo punto se habia hecho reconocer con bastante antelacion para establecer en aquel nuestro cuartel general y dirigir desde alli­ las operaciones. Desde luego se robustecieron las guardias avanzadas de aquel campamento, acuartelandose el grueso de la fuerza, municionados los tiradores y preparados todos para cualquier eventualidad.

Transcurrio aquel di­a sin que ocurriese otra cosa de particular que la salida de algun correo conductores de las diferentes ordenes giradas para toda la jurisdiccion, y la entrada de nuevas partidas de patriotas, que por la distancia no habian podido concurrir antes de hoy; debiendo advertir que por los primeros fueron conducidos varios prisioneros entre los cuales se contaban los españoles Don Victorino Alvarez y Don Pedro Albailer, comerciantes de Bayamo, que se dirigian a la capital por la via de Manzanillo, conduciendo ambos respetables cantidades de dinero en oro y libros para sus respectivas transacciones…Bartolome Maso’

NOTA

Se ha respetado la ortografia y redaccion de la presente Acta.
Los españoles Alvarez y Albailer -ambos comerciantes de Bayamo-
fueron puestos en libertad al di­a siguiente, 11 de octubre, 1868

Octubre 10, 2010
[email protected]

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